PLAN DE PENSIONES, PPA, PLAN DE JUBILACION, …. O NINGUNO?

PLAN DE PENSIONES, PPA, PLAN DE JUBILACION, …. O NINGUNO?

Con la esperanza de vida actual, que además va en aumento, se estima que pasaremos unos 25 años de nuestra vida en situación de jubilados. Muchos años como para no planificar esta etapa de nuestra vida. 

Dejando claro de primeras que no es un producto que recomendaría por una cuestión de fiscalidad a la hora del rescate de los ahorros (suena más bonito “disfrute”, pero como eso no pasa… pues se usa “rescate” que a mí me trae la imagen de uno que se está ahogando…), en este artículo comentamos los productos que por tradición en España se han utilizado históricamente para ahorrar de cara a la jubilación: (PP) Planes de Pensiones, PPA (Plan de Previsión Asegurado) y en menor medida los Planes de Jubilación.

Igualmente, adelanto que hay opciones mucho mejores para preparar la jubilación que cualquiera de estos tres productos, pero como lo mejor es tomar las decisiones importantes con información, vamos a conocer los pros y contras de estos (ya explicaré otro artículo más opciones)

En cuanto a los Planes de Jubilación no me voy a detener mucho, ya que ni por fiscalidad ni por rentabilidad son productos atractivos. Por fiscalidad porque no tienen ningún tipo de desgravación fiscal ni durante las aportaciones ni cuando se rescatan los fondos; y en cuanto a la rentabilidad porque son productos que están asegurados ofreciendo muy poco retorno a nuestros ahorros. Si que son flexibles pudiendo aportar lo que cada uno quiera, y aquí se acaban sus ventajas, porque además están mal nombrados (a propósito) ya que no son finalistas, es decir, los puedes sacar antes de la jubilación sin problemas, pero ojo, teniendo en cuenta el condicionado del contrato porque suelen tener cláusulas de salida. En resumen, producto no recomendable y que ha fastidiado a más de un ahorrador.

Luego, tenemos los PP y los PPA, estos segundos menos conocidos, pero que cuentan con muchas cosas en común; vamos a verlo en detalle.

Los PP y PPA son productos diseñados específicamente para ahorrar para la jubilación, son “finalistas”, y por tanto no pueden rescatarse hasta que uno se jubila. Hay algunas excepciones como estar en desempleo prolongado, enfermedad grave, desahucio de la vivienda habitual, incapacidad permanente total, o gran dependencia. 

Además de estos casos excepcionales, en enero de 2025 se abre una ventana de liquidez para las aportaciones con más de 10 años, es decir, en 2025 se puede disponer las aportaciones de hechas en 2015, en 2026 las de 2016… y así sucesivamente.

Esto es importante saberlo por si nos interesa retirar este dinero y ponerlo en otro producto que sea más ventajoso para nuestros ahorros.

Ambos, PP y PPA, tienen un máximo de aportación anual de ahorro, que se ha ido reduciendo desde hace un tiempo de 8000€ a los 1500€ actuales. Es decir, NO se puede aportar más de 1500€. 

Estos 1500€ nos permiten reducir la base general del IRPF, esto es resumido que las aportaciones que se hagan tienen desgravación fiscal (Además, hay que tener en cuenta que la deducción será importe menor de lo aportado y del 30% de los rendimientos netos del trabajo).

Para que quede claro, lo que se hace es un “diferimiento” fiscal, ya que otra cosa en común que tienen estos dos productos es que tributan como Rendimientos del Trabajo. Traducido: Lo que cobres por el plan de pensiones es como si fuese una nómina, pagando impuestos como tal. Ej: si cobras 1000€ de pensión pública y 1000€ de tu plan de pensiones, hacienda entiende que has cobrado una “nomina” de 2000€. Y tú plan está tributando por tus ahorros y tu “posible” ganancia, es decir por todo tu dinero.

Por ello, a priori, es más ventajoso rescatar el plan de pensiones en forma de renta que hacerlo en forma de capital (todo lo ahorrado de una vez), ya que de esta segunda forma puedes entrar a pagar en tramos del 30-40% de tus ahorros.

Otra cuestión técnica es que podemos movilizar los ahorros entre ellos sin coste ni penalización fiscal, es decir, podemos pasar de un PP a otro PP, de un PP a un PPA, de un PPA a un PP, o de un PPA a otro PPA. Otra cosa es que interese… porque muchas veces, sobre todo a finales de año hay muchas campañas de entidades financieras que “premian” los traspasos, pero hay que leer muy bien la letra pequeña, no vaya a ser que por esa prima estemos muchos años en un mal producto.

Hasta aquí las semejanzas, pero también tienen diferencias, la primera es la forma jurídica, ya que mientras los Planes de Pensiones se formalizan a través de fondos de pensiones los Planes de Previsión Asegurados se hacen mediante una póliza de seguro.

La otra gran diferencia es que mientras que los PP pueden garantizar una rentabilidad y un capital o no (dependiendo si son garantizados o no), los PPA sí que tienen un garantizado el capital aportado y un interés mínimo. Pero, claro está, al ser garantizado no esperes una buena rentabilidad, es todo lo contrario. 

Es decir, los planes de pensiones normalmente se ajustan al perfil del ahorrador y a su aversión (miedo) al riesgo, pudiendo invertir en carteras más o menos arriesgadas, mientras que los PPA son para perfiles muy conservadores o en etapas más avanzadas o cercanas a la jubilación.

Hay muchas cuestiones técnicas en cuanto al rescate de los PPA y PP, su fiscalidad, los nuevos PP de gestión pública y los de empresa, etc… que podemos comentar en una planificación financiera personalizada, donde, además, podemos ver otras opciones para tener una jubilación optima. 

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